Por que el pan es mejor en Galicia que en el resto de España 1920

También hay pan malo en Galicia, aunque el nivel medio es superior al de otras comunidades. Desde el pasado mes de julio, el pan gallego es una Indicación de Origen Protegida, lo que implica cumplir una serie de requisitos que aseguren los estándares de calidad.

El pan gallego IGP, es el «producido en la comunidad autónoma de Galicia de corteza crujiente y dureza variable en función del formato, miga esponjosa y alveolado abundante e irregular, que se elabora de forma artesanal con harina de trigo blando».

El documento oficial de la Xunta especifica que la elaboración de pan gallego IGP, se caracteriza por la utilización de masa madre y una elevada cantidad de agua así como por los largos tiempos de fermentación y cocción, esta última siempre en hornos con solera de piedra u otros materiales refractarios.

El pan gallego IGP, será elaborado con una serie de trigo en las que por lo menos el 25 % por ciento deberá ser “harina del país”, cultivado en Galicia y de variedades autóctonas -hay un par registradas: Callobre y Caaveiro.

La levadura está limitada a 15 gramos por kilo como máximo, la sal 18 gramos y el agua con la que se prepara debe ser blanda, con muy bajo contenido en minerales. La IGP exige que todas las operaciones menos el amasado se hagan manualmente, además de prohibir la congelación del pan antes de su cocción.

El pan gallego, tiene un profundo sabor a trigo, con un punto de acidez y mucho aroma.

Se reconocen cuatro preparaciones tradicionales:

  • La fogaza o bolo, redondeado e irregular. Estas piezas pueden ser de 500 gramos, un kilo y un kilo y medio.
  • La torta o bola, también redonda pero más aplanada. Son piezas de 500 gramos y un kilo.
  • La barra, alargada de 300 gramos y entre 40 y 60 cm de longitud.
  • La rosca, un aro imperfecto y aplanado con un peso de 500 gramos, o de un kilo.

 

 

Fuente: elcomidista.elpais.com