Las castañas son típicas del otoño y muy beneficioso para la salud ya que tienen un bajo poder calórico. Son el fruto del castaño y se puede comer cruda, asadas, hervidas o dulces.
Este fruto seco, que se consume en toda España, provienen del norte de España como Galicia, León, País Vasco, Asturias o Cantabria.
Las castañas se comen desde hace siglos y se las llegó a conocer como «el pan de los pobres», dado que una vez secas se hacía harina con ellas en las zonas donde no existían otras alternativas, ya que la patata y el maíz no llegaron a España hasta el siglo XVIII. Las castañas fueron una importante fuente de alimentación en el sur de Europa.
Beneficios
Contienen un bajo nivel calórico, es muy semejante en hidratos de carbono a los cereales, posee un nivel de proteínas y grasa mucho más bajo las nueces, las almendras o las avellanas. Hay que destacar su bajo contenido en sal lo que las convierte en un buen sustituto de las patatas fritas.
En esta época es habitual encontrar en la calle puestos que venden cucuruchos de castañas (10 castañas sólo contienen 200 calorías).
La castaña confitada o marrón glacé
Esta golosina es muy habitual en la gastronomía italiana y francesa, aunque también se está recuperando en España y Portugal. Su origen se sitúa en el siglo XIX.
Para su realización se emplean castañas, azúcar y opcionalmente canela, vainilla y anisetes. Son importantes las fases de elaboración:
- Elección de las mejores castañas, tamaño y estado
- Punto de cocción que ha de ser a fuego lento
- Pelado de las castañas que deben quedar enteras
Después se procede a la cocción en el almíbar en el que se glasearán y se dejarán un día en reposo.