El pan es un alimento básico que forma parte de la dieta tradicional en Europa. Dependiendo de la harina utilizada y la leña usada para su elaboración, se consigue que cada uno tenga un sabor específico, que suele ser característico de una zona. Sin duda el pan es uno de los alimentos que sirven para promocionar el nombre de varias localidades, como ocurre con uno de los panes con mayor tradición «el Pan de Antas».
En la mayoría de de los casos, la panaderías en las que se elabora, son empresas familiares que han ido pasando de generación en generación con pocos empleados y algunas sin ninguno. Una producción relativamente reducida y con la norma de utilizar ingredientes de la zona y hornos de leña como se hacían antiguamente. Además, todas estas panaderías se ocupan de la distribución del producto, pasando directamente del artesano al consumidor.
El secreto de este pan está en el trigo producido en el país y el horno de leña, consiguiendo así un sabor característico. Antiguamente, los panaderos cultivaban en sus propias tierras el trigo que luego utilizaban para fabricar los bollos.
La leña también es muy importante, el pan debe hacerse en hornos de leña, ya que además de dar un color especial al pan, también aporta un sabor que lo hacen particular.
Fuente: elprogreso.es