El pan es un alimento indispensable en nuestra dieta. Ingerido de manera adecuada aporta fibra, imprescindible para el buen tránsito de nuestro organismo y nuestra salud digestiva. También proporciona minerales como el calcio, hierro, zinc y vitaminas B1 y B6. Además posee un nivel muy bajo de grasas naturales.
El pan ayuda a la prevención de enfermedades cardiovasculares, y el integral lo hace en cuanto a la diabetes. Se ha comprobado que las personas que siguen una dieta rica en fibra cereal, reducen el riesgo de padecer esta patología, al poseer una menor concentración de glucosa en sangre.
Según el tipo de pan existe la duda de cuál es mejor: si el normal o el de molde. El aporte calórico, de vitaminas y de fibras del pan de molde es similar al de pan blanco, pero en grasas es superior, ya que el la receta original se le añade mantequilla y azúcar.
La principal diferencia entre el pan integral y el pan blanco es que en el pan blanco se utilizan harinas refinadas para su elaboración y el pan integral se hace con harinas que conservan todos esos nutrientes al provenir de granos molidos con cáscara.
Fuente: www.marie-claire.es